Cuando el amor te hace temblar en otoño, es mejor que el invierno no llegue nunca: las primeras nevadas pueden arrebatarte a quien más deseas...(Temblor)
Dejé la luz a un lado, y en el borde
de la revuelta cama me senté,
mudo, sombrío, la pupila inmóvil
clavada en la pared.
¿Qué tiempo estuve así? No sé: al dejarme
la embriaguez horrible del dolor,
expiraba la luz y en mis balcones
reía el sol...
Me gustó lo primero, permanecer en otoño. Los inviernos para los amores pueden ser fatales.
ResponderEliminarQue estés bien, linda.
Besitos.
Muchas gracias(; Me sigues? Yo te estoy siguiendo(:
EliminarGraacias(: me sigues?(:
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